Olokuti: otra manera de consumir es posible

by Cris Montes

¿Qué queda de aquel proyecto que nació hace dieciséis años en el barrio de Gracia? ¿Cómo ha evolucionado Olokuti?
Lo que sigue latiendo en estos dieciséis años son la ilusión y la persistencia para desarrollar un proyecto que aporta una nueva manera de adquirir productos. Seguimos apostando por los criterios de comercio justo, de sostenibilidad y ecológicos. Somos afines a las ideas de las corrientes de consumo slow, en las que aparcamos las prisas y tomamos consciencia de todo lo que hacemos, en nuestro caso, otra forma de vivir y de consumir.
Olokuti ha evolucionado de una manera muy orgánica, en el sentido que ha ido en la línea de lo que estábamos viviendo en cada momento. En los comienzos, por ejemplo, estábamos muy enfocados al comercio justo; nos preocupaban las diferencias sociales que provocaba la globalización, después vimos cómo debíamos incluir el aspecto ecológico y bio, ya que los problemas medioambientales iban y van en aumento exponencialmente. Además, en todos estos años hemos apostado por los productores locales, con el valor de la proximidad y el trabajo hecho con mimo.
Para que veas lo orgánico que ha sido, a medida que las personas implicadas íbamos formando familias, nos dimos cuenta de que para que todas estas ideas tengan continuidad debíamos apostar, también, por los más pequeños; tanto, que dos de nuestras tiendas están dedicadas a los niños y niñas.

La pandemia ha puesto en jaque, entre otras cosas, al pequeño comercio. ¿Qué ha supuesto para el proyecto Olokuti?
Cómo para la mayoría de las tiendas minoristas ha supuesto un varapalo muy fuerte. Tanto en lo emocional como en lo económico. Olokuti no ha sido diferente y, obviamente, estamos sufriendo para continuar. La pandemia no se ha superado, por lo que esta sensación de inestabilidad es la que estamos obligados a asumir y lidiar. Aprovechamos para dar las gracias a nuestros clientes, proveedores, propietarios, y a todo el equipo de Olokuti, por su implicación en estos momentos tan delicados.

¿Muchos planes o proyectos frustrados o aplazados?
Sí, teníamos varios proyectos, sobre todo abrir una nueva tienda e intentar expandirnos con producción propia y desarrollar los canales de venta electrónica. A excepción de este último, el resto de los proyectos están aparcados, esperando su momento.

Eso de “reinvertarse para sobrevivir” se está volviendo, en los tiempos que corren, en una obligación. ¿Cómo encara Olokuti esta nueva normalidad? Estamos intentando mejorar en dos ejes: en primer lugar, el comercio online y redes sociales; estamos destinando esfuerzos para aumentar la oferta de nuestros productos en nuestra página web y, por otro lado, tanto a través de nuestras redes sociales como en nuestras tiendas físicas, acercarnos todo lo que podamos a nuestros clientes, que sepan que estamos aquí para ayudar a consumir de un modo diferente, más consciente y más responsable. En definitiva, potenciando todas las virtudes del comercio de proximidad.

 

¿Otra manera de consumir es posible?
Por supuesto que es posible. Tal y como comentábamos anteriormente, está en nuestro ADN. Se trata de introducir cambios de hábitos, consumir menos, consumir consciente, consumir mejor y bien. Calidad antes que cantidad –con esto queremos decir: menos productos, pero de mayor calidad y productos conscientes, sostenibles y responsables–.

¿Qué repercusión o impacto anticipas que pueda tener esta situación en un futuro cercano a la hora de consumir y comprar?
Estamos viendo la importancia del comercio digital y, sobre todo, debemos entender que ir de compras, tal y como lo hacíamos antes, es un poquito más difícil, así que, cuando lo hagamos, que sea de la manera más placentera y segura posible, que nos aporte algo más que el simple hecho de coger unos productos de un estante.
La pandemia nos ha llevado a ofrecer a nuestros clientes opciones que antes no teníamos; como por ejemplo, mantener la modalidad del servicio de cita previa, para ofrecer una atención más personalizada a aquellas personas que no quieren pasar mucho tiempo en un establecimiento. Al potenciar la venta online, además de la opción de recoger en tienda, hemos incluido la posibilidad de hacer un regalo online y nosotros nos encargamos de todo, desde el servicio de embalaje, añadir una nota y dedicatoria hasta enviarlo directamente a la persona a la que va dirigida el regalo sin que tenga que pasar por la personas que lo compra.
 
¿Qué puede hacer un comercio local en la era dominada por Amazon para destacar? ¿Lo que a priori se percibe como una amenaza puede convertirse en una oportunidad?
Como decíamos antes, lo que tienen difícil de conseguir las grandes compañías es la proximidad, que creemos que es nuestro valor añadido: potenciar, entender lo que necesita cada persona, ofrecerle diferentes opciones y que aquello que adquiera tenga una historia que lo sostiene detrás, quizás sea un producto que ayuda a un pequeño productor local o bien reduce el impacto de los plásticos en la naturaleza...

¿Qué ha aprendido Olokuti de esta pandemia? ¿Es posible extraer alguna lección positiva entre toda esta incertidumbre?
Creemos que una de las enseñanzas que nos ha trasmitido es el regalo de la consciencia del presente. Esta situación no nos permite hacer muchos planes y tampoco nos sirve de mucho intentar reproducir un día a día que ya ha cambiado.
Nos queda un presente que debemos cuidar para, precisamente, cuidar de nuestro futuro y tener la conciencia tranquila de que en su día hicimos las cosas bien, de que nos cuidamos como personas y protegemos el medio ambiente.
 
Para acabar, un deseo.
Que consigamos controlar la pandemia y esta experiencia siente las bases para revisar todas las cosas que hemos descuidado y han permitido que esto sucediese.

Fotos: Olokuti

 

 


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