Ideas para una casa fresca sin aire acondicionado

by Cris Montes

De mayo a septiembre tenemos un compañero de piso más, y no siempre es bienvenido: el calor y, nos guste o no, vamos a tener que convivir con él de la mejor manera posible, ya que, por experiencia propia hemos comprobado que puede llegar resultar en algunos momentos, muy molesto e incómodo.

Cuando aparece con esas temperaturas insoportables entrar en un espacio con el aire acondicionado a tope es una salvación, es como si te dieran un vaso de agua fresca en medio del desierto. Lamentablemente, también sabemos que ese frío no es bueno ni para nosotros ni para el planeta ni para nuestro bolsillo.

Obviamente enfriar nuestra casa o el espacio en el que estemos ante olas de calor como las que sufrimos verano tras verano es una necesidad, así que aquí van unos consejos para que puedas bajar la temperatura de tu vivienda de una manera sostenible.

Persianas bajadas y ventanas cerradas durante las horas de más calor
Esta solución no falla y es muy sencilla de llevar a la práctica. Si vives en una casa a la que le da el sol todo el día o durante muchas horas, la mejor manera de evitar que el espacio se caliente en exceso y el calor se cuele y acumule en el interior, es cerrar las ventanas y bajar las persianas durante las horas en las que la casa recibe más luz y hace más calor. Haciendo esto te aseguras que el aire caliento no entra en casa. Por la noche, podrás abrir ventanas y persianas.

 

Ventila al amanecer o al anochecer
Como te decíamos, durante las horas de más calor ventanas y persianas mejor que estén bajadas, pero eso no significa que te olvides de ventilar, porque la casa lo necesita. Lo mejor es que lo hagas a primera hora de la mañana, puesto que el momento más fresco suele ser el amanecer. También puedes hacerlo por la noche cuando se haya ido el sol.
 
¿Láminas solares en los cristales?
Sí, se trata de una especie de films autoadhesivos que se colocan en el interior de las ventanas para evitar que la vivienda absorba la energía infrarroja y acabe aumentando la temperatura del interior del hogar. Son, por tanto, una
solución efectiva que refleja la luz y el calor que entra por las ventanas, con la ventaja de que no necesitas quitar el cristal. Reducen el calor y permiten estar más fresco; también son efectivas frente a los incómodos brillos y reflejos en las pantallas y aumentar la privacidad de lo que ocurre en el interior de la vivienda durante el día.
 

Cambia las bombillas ya
¿Eres de los que le da igual que las bombillas incandescentes gasten un 90% de su energía en el calor que emiten? Puedes seguir pasando calor y pagando más o disminuir las fuentes de calor en casa y ahorrar. Si quieres lo segundo, sólo tienes que pasarte a las bombillas LED o de bajo consumo.
 
Usa por la noche los electrodomésticos que desprenden más calor
Los electrodomésticos desprenden calor y en los meses calurosos resulta desagradable y suponen una fuente de calor más que hace que la temperatura de nuestro hogar acabe aumentando. Así que si tienes posibilidad, limita el funcionamiento de lavadora, lavavajillas, plancha, horno… durante el día e intenta usarlos durante la noche; conseguirás que tu casa esté más fresca. Ah, recuerda desconectarlos cuando no los estés utilizando.
 
Aísla las habitaciones
Te puede parecer una tontería pero si mantienes abiertas las puertas de todas las habitaciones conservar una temperatura agradable va a resultar más difícil. Por eso, acostúmbrate a cerrar las puertas de los espacios que no uses.

Los tejidos importan y sus colores, también
Viste tu casa de verano. Aunque parezca una obviedad, aprovecha el verano para eliminar tejidos como alfombras, cojines… y todos aquellos accesorios y complementos textiles que te han dado calor durante el invierno y suelen ser de fibras gruesas y sintéticas y que ahora sobran y solo son una molestia. De paso, aprovecha para limpiarlos y desinfectarlos. Asimismo, emplea tejidos frescos y ligeros como lino, algodón, seda… Gracias a su buena transpiración ayudan regular la temperatura.
Por otro lado, además de elegir tejidos naturales y finos decántate por tonalidades claras (blanco, beige, gris claro…) absorben menos luz y calor, algo que sí hacen los colores oscuros.
Este consejo sobre los materiales puedes aplicarlo a tu propia ropa, viste con prendas ligeras, cómodos y frescas. Si son de tejidos naturales y orgánicos, mejor

  

¿Tienes terraza? Tienes un tesoro
Si tienes la suerte de disponer de una terraza, patio, balcón… rodéate de plantas que generen sombra. Las plantas grandes y de largas hojas verdes te ayudarán a crear una sombra muy agradable en el interior y favorecerá a que las estancias se mantengan frescos.
Asimismo, si las características de la vivienda lo permiten, coloca hiedras, enredaderas u otro tipo de plantas trepadoras. Éstas purifican el aire y, además, permiten reducir la temperatura de las paredes.
Otra buena solución para apaciguar el calor es regar el suelo al anochecer para refrescarlo. En el suelo se acumula el calor y así lo aliviarás un poco. El truco con el suelo de dentro de casa es fregarlo con agua fría, dejándolo algo más empapado de lo normal.

 

Fotos: Unsplash


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